7.19.2006

puertas

hay puertas que se abren y otras que se cierran.

hoy yo abri una....

para salir.





Carmilla Hash Davenport

7.18.2006

18.jul.06

Hoy Carmillita despertó y derrepente se dio cuenta de que su sueño terrible se habia vuelto realidad...

ya no estas conmigo....



Carmilla Hash Davenport

7.17.2006

Mi cartita

Querida Carmillita:

En la vida hay que tomar caminos, existen muchas posibilidades de elegir… algunos de ellos nos llevan a lugares que no son de nuestro completo agrado, nos alejan de cosas que nos satisfacen, otros satisfacen mucho, pero igual no nos llevan a nada.

Hay momentos en la vida donde aunque no queramos debemos tomar un camino que nos lleve a nuestra meta… aunque nos duelan mucho estos caminos aveces son los mejores. Carmillita sabemos que te cuesta mucho trabajo elegir y sobre todo elegir sin arrepentirte, pero sabes, al final siempre estamos contigo.

Esta cartita te la escribimos todos tus demonios en silencio y sentados al borde de tu cama, extrañamos verte sonreir.

Te quieren tus demonios.


Pd. No nos gusta el sabor de tus lágrimas por la noche…


Carmilla Hash Davenport

7.10.2006

im alone..

Carmillita despertó abrutamente, es que ese sueño se repetia una y otra vez. Despertó con lo ojitos mojados y con una tristeza en la piel que no podía controlar…
Se levantó lavó su cara con agua fría para despejar esa idea de su cabeza, pero la verdad es que le era imposible.
Sus demonios solo contemplaban la escena, el mas pequeño corrió hasta su pierna y se abrazó fuerte a ella, sabía que Carmillita se sentía destrozada. Nisiquiera el demonio más cruel fue capaz de pronunciar palabra.

Con su pijamita morada, entró de nuevo a su camita, sin embargo no podía parar de llorar… todos sus demonios se sentaron a su alrededor, el mas pequeño la abrazaba fuertemente y con su manita recorria su pelo.

Carmillita se miraba así misma desdichada, no sabía el por que sucedía todo eso, por que le dolia respirar, por que sentía que derrepente se estaba ahogando, quizó buscar sus alitas, es que tenía muchas ganas de volar, alto muy alto tan alto como nunca había llegado, pero esta vez el peso de sus lagrimas la detenia; esa tristeza en la piel era la que no la dejaba volar.

Carmillita se quedó dormida de nuevo, el sueño se repitió y repitió… y repitió, pero esta vez las gotitas solo se veían rodar desde sus ojitos cerrados.

Carmilla Hash Davenport

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