.:: Carmilla Hash Davenport::.

Abres la puerta... miras al espo, colocas la toalla siempre en el mismo lugar, se escucha la radio en la puerta de alado. subes a la tina, prendes la llave, te quemas, la regulas y sientes como caen, respiras, te lavas el pelo, sigues tú rutina, todo siempre en el mismo orden, el sonido [zzzzzzzzzz] en tus oídos... y se repite y se repite... caen... se enfrían... la ventana que nunca se puede cerrar y el frío de afuera hace su labor. Caen todas en la cara en los ojos se cuelan entre tus oídos te hablan, te nublan la vista y te ahogan.

Tú... solo cierras la llave y las dejas atras.

Carmilla Hash Davenport

Carmillita se sentó y le contó su sueño a la avestruz... porque sabe que solo los seres alados entienden sus ideas. relató también sus aventuras y el cruce por los mares, le mostró sus recuerditos (una piedra de río, sus chicharitos de música y a sus demonios) Le contó cuando se sintó atrapada por seresazulgris como logró volar después de eso aún cuando sus alas estaban rotas. le contó que solo quería seguir siendo feliz y seguir volando entre las nubes, que jamás dejara de sonar la música en su cabeza y poder ir moviendo sus alitas siempre al compas de los sonidos.

La avestruz le regaló su huevo, el ultimo de su vida y le dijo: Carmillita mi gotita alada, cuidalo, besalo, amalo y enseñalo a volar...

Los dos se alejaron cuando el cielo se hizo violeta y no regresaron nunca más.

Carmillita estaba llena de palabras, todas la bañaban en luces de colores, miraba hacia cualquier lado y la atacaban eran casi como una plaga de mosquitos tratando de succionarla. No encontraba ningún sentido, sentía como entraban por sus oídos, sus ojos, su boca, hasta su nariz estaba llena de palbras. Y quería llorar porque tantas palabras juntas la asustaban.

Abrio sus ojitos y trató de calmarse, respiró lo más profundo que pudo sin tragarse una sola palabra. Limpió su mente y abrio sus alas.

Voló, Voló rápido escapando, voló con temor a ser seguida. Y cuando estuvo en lo más alto del firmanento, donde el cielo se funde en colores violeta logró pensar y recordó que esas palabras jamás tendrían alas como las de ella y que por más que lo intentaran ella ya era inmune a SUS letras.


Carmilla Hash Davenport