4.05.2004

[cuento 9]


Un reflejo de pájaros blancos en la pared.
En la cama una mujer mueve una pierna con desesperación; en su mano hay un control y en un mueble alejado de la cama un aparato de esos que escupen sonidos.
En el lugar solo se ven las siluetas de sueños moribundos. Ella busca en el aparato la canción que más la haga llorar; esa que le quema el alma. La repite una y otra vez, como si con esas lagrimas lavara su culpa. El lugar huele a miedo, a destrucción, a pasión, huele a sexo...
No sé cuanto tiempo ha pasado, tal vez un par de horas ¿o acaso ya fueron meses? El aire cada vez esta mas viciad, La muerte ya anuncia su llegada.
¿Pero es para ella? ¿O es para mí?

¿Porque no me habla? ¿acaso el reflejo de esos pájaros la han cegado?
Escucho su corazón latir a la par que el mío, estamos juntos, ¿ es esa música que la que nos ha quitado el calor?

Escucho sus lamentos sin eco ni consuelo, le hablo y no me escucha, no la veo, la siento, me muevo dentro de ella...

Todo es rojo, huele a fin, a muerte. Ahora soy parte del reflejo de los pájaros blancos en la pared.
Y esa mujer en la cama, ya me ha olvidado...

Carmilla Hash Davenport

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?