.:: Carmilla Hash Davenport::.

Había olvidado que tan horrible es vivir con dos mounstros sin cerebro, hechos a imagen y semejanza de otros mounstros del pasado.

Carmillita es una niña, que si no se porta bien del todo, siempre trata de ser muy independiente, sin molestar al prójimo, se basa en una línea de existencia de felicidad, respeto, pero eso si nunca de tolerancia (por que Carmilla no vive para tolerar nada) se rige en algunos aspectos recién adquiridos de física cuántica y le gusta divagar en su inmenso terreno de ideas, como quien dice a Carmilla déjala sola y será feliz.

Pero como en toda historia de princesas, nada esta completo si no existen los mounstros, a Carmilla le tocó encontrarse a estos personajes justo en su casa, dos seres extraños de risas fallidas, desde hace un par de años Carmillita optaba por estar lejos de ellos la mayor parte del tiempo, así los dos mundos vivían paralelos y sin agresión al otro reino. Se veían en los momentos precisos y sin más continuaban sus caminos, en una supuesta armonía.

Pero este puente donde Carmillita no tiene dinero, decidió quedarse cerca del reino de los mounstros, ella ya tenía todos sus planes concretados para seguir el paso sin molestar al otro reino, digamos estar cerca pero sin escucharlos, pero ellos tenían otros planes…

El primero consistió en darle una lección a Carmilla, la cosa paso así: era de noche y la pequeña niña deseaba salir a cenar con sus amigos, así que avisó a los mounstros, para esto la carroza en la que solía viajar la niña ya no le funcionaba bien la batería, pero ella preguntó si ya la habían mandado arreglar, a lo que la madre mounstro dijo que si, Carmillita subió a su auto y ruuuuun manejo hacia su destino, bueno no precisamente se fue derechito a cenar, primero paso al lugar donde rentan películas, por que tal vez el plan ameritaba de igual manera ver algunas películas así pues, fueron a lugar este y fum el carro ya no prendió. Así que como las normas del castillo de los mounstros lo dictan los llamó para avisarles del acontecimiento, ellos dijeron: aahh ¿como? Vamos para allá.

Pasaron 10 min y nada, 20 min y nada, 30 min y nada así que entre Carmilla y sus amigos decidieron pedir ayuda a algún otro automóvil y ya les pasaron corriente, en eso llegó la hermana de la madre mounstro, una mujer mucho mas humana, y le dijo a Carmilla: aah dicen tus papas que no van a venir que tienes que aprender una lección… Entonces Carmilla soltó una carcajada y dijo: ¿una lección? ¿Cuál? ¿Que los autos no prenden si no tienen batería? Pero manejándose bajo su filosofía de existencia siguió su camino, se divirtió esa noche y regresó a la hora acordada.

El segundo plan fue el siguiente: Carmilla tenía planeado, para estar durante el menor tiempo posible en contacto con los mounstros, viajar a diferentes partes del territorio a sacar fotos. El lunes llegó y le dijo a su madre mounstro me voy a ir a las 10 me llevo tu coche por que el mío no tiene batería. A lo que la madre le dijo: ¡jamás! Yo voy a ocuparlo.
-entonces me llevó la camioneta.
-no es mía también y no te la quiero prestar.

De todo esto lo que más le molesta a Carmilla es que su otra hija (también mounstro) le dan todo, ella realiza actos que se suponen no son aceptados dentro de los limites del reino mounstro, pero los aceptan en ella, le dan permisos ilimitados y nunca le dicen nada, le prestan los autos para ir a otros reinos… en fin una injusticia total.

Así que Carmilla una vez mas decidió que el amor por los mounstros es directamente proporcional a la distancia a la que se encuentre de ellos, por eso para amarlos por siempre se alejara por cientos de kilómetros y para no odiarlos nunca más, no regresará a verlos jamás.