3.01.2007
es un simple sueño??
Lo encontré... ¿es para mi? ¿para los dos?
Un solo invierno basta para nosotros,
los archiduques del frío y la oscuridad:
padres de un ángel desconocido,
que acaso alguna noche temeroso
y elegante, pero sombrío nazca, brioso.
Nadie podrá vernos porque nunca
estaremos juntos los dos;
ni jamás nos besaremos encerrados,
que por siempre cada uno será fiel
a su tristeza y a su pasado.
Y mañana será siempre el mismo día
que nos confunda, solemne y terco,
de alegría.
Todas las lunas y los cielos,
de nuevo y como siempre se irán:
Volverán la Mariposa y el Jilguero
enamorado, juntos, a bailar
con el paso equivocado y, quién lo sabe,
si alguna luz para cantar?
Seguiremos así hasta roer la muralla
y su funesto son, en una playa:
El torrente nos reclamará,
cargando con alguno de nosotros
y sumergidos llegaremos hasta el otro delta,
donde aquél que nos ha unido nos llamó
y nos verá, como niños entumidos,
y abrazados, al final.
Bienvenidos, -nos dirán los demonios-
a cada sueño, pesadilla tocará,
y pedirán cuentas de nosotros,
pero nunca nos separarán.
by cuculípop
Carmilla Hash Davenport
Un solo invierno basta para nosotros,
los archiduques del frío y la oscuridad:
padres de un ángel desconocido,
que acaso alguna noche temeroso
y elegante, pero sombrío nazca, brioso.
Nadie podrá vernos porque nunca
estaremos juntos los dos;
ni jamás nos besaremos encerrados,
que por siempre cada uno será fiel
a su tristeza y a su pasado.
Y mañana será siempre el mismo día
que nos confunda, solemne y terco,
de alegría.
Todas las lunas y los cielos,
de nuevo y como siempre se irán:
Volverán la Mariposa y el Jilguero
enamorado, juntos, a bailar
con el paso equivocado y, quién lo sabe,
si alguna luz para cantar?
Seguiremos así hasta roer la muralla
y su funesto son, en una playa:
El torrente nos reclamará,
cargando con alguno de nosotros
y sumergidos llegaremos hasta el otro delta,
donde aquél que nos ha unido nos llamó
y nos verá, como niños entumidos,
y abrazados, al final.
Bienvenidos, -nos dirán los demonios-
a cada sueño, pesadilla tocará,
y pedirán cuentas de nosotros,
pero nunca nos separarán.
by cuculípop
Carmilla Hash Davenport
Comments:
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Hay una conciencia juguetona,
libre y preguntona,
valiente,
que se vierte en abanicos felices,
cuadernos elegantes
y hojas grises,
o en el viento que cantamos en silencio,
todos divinos, todos buenos,
contentos.
Hay un ángel que me dicta cada surco,
entre las líneas que abandona mi lápiz.
El niño viejo, bueno y malo,
esperando.
Llorando yo, anciano nuevo
y volando.
Lo que en mi alma se ejecuta cantando.
Perverso fiel y bellamente feo.
Atento dulce y diferente:
puro deseo.
Ese loco que obedece a los duendes
y que ignora a aquel que todo lo enciende,
detrás de todas las verdades del tiempo,
vive lleno de palomas de agua,
cuidando a todas sus hermanas de nieve
y brilla como cuervo que se burla
imprudente que comete delicado,
sin embargo, divertidos errores.
Su fiel naturaleza musical
lo hace heredero de otro tuerto viejo,
aquel que ha muerto, el pobre tonto,
el zorro simple,
mi antepasado que ha leído y olvidado
el resultado de bandidos augurios,
y aquellos lentos chirigües presumidos,
como ese largo del pasado que oculta
al quinceañero que quizá -quién sabe-
es el efluvio de una fuerza buscadora
de palabras y caminos nuevos.
La paz divina de la muerte melodía,
que fue mi abuelo y su regreso mentiroso,
o un territorio mariluna luminosa:
la noctiluca del abierto mar,
toda desnuda, mariposa jugar.
¿Cómo puedo saberlo yo?
¿Quién no de niño no ha seguido su instinto?
Yo soy el beso suspendido y la marea!
Yo soy tu viento amanecido y hasta el fin,
hasta que sea!
Yo, feliz.
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libre y preguntona,
valiente,
que se vierte en abanicos felices,
cuadernos elegantes
y hojas grises,
o en el viento que cantamos en silencio,
todos divinos, todos buenos,
contentos.
Hay un ángel que me dicta cada surco,
entre las líneas que abandona mi lápiz.
El niño viejo, bueno y malo,
esperando.
Llorando yo, anciano nuevo
y volando.
Lo que en mi alma se ejecuta cantando.
Perverso fiel y bellamente feo.
Atento dulce y diferente:
puro deseo.
Ese loco que obedece a los duendes
y que ignora a aquel que todo lo enciende,
detrás de todas las verdades del tiempo,
vive lleno de palomas de agua,
cuidando a todas sus hermanas de nieve
y brilla como cuervo que se burla
imprudente que comete delicado,
sin embargo, divertidos errores.
Su fiel naturaleza musical
lo hace heredero de otro tuerto viejo,
aquel que ha muerto, el pobre tonto,
el zorro simple,
mi antepasado que ha leído y olvidado
el resultado de bandidos augurios,
y aquellos lentos chirigües presumidos,
como ese largo del pasado que oculta
al quinceañero que quizá -quién sabe-
es el efluvio de una fuerza buscadora
de palabras y caminos nuevos.
La paz divina de la muerte melodía,
que fue mi abuelo y su regreso mentiroso,
o un territorio mariluna luminosa:
la noctiluca del abierto mar,
toda desnuda, mariposa jugar.
¿Cómo puedo saberlo yo?
¿Quién no de niño no ha seguido su instinto?
Yo soy el beso suspendido y la marea!
Yo soy tu viento amanecido y hasta el fin,
hasta que sea!
Yo, feliz.
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